martes, 26 de mayo de 2015

Su majestad Sent Pançard (y el Carnaval Biarnés)

Su majestad Sent Pançard, Carronha y Quaresma (y el Carnaval Biarnés)


El rey del carnaval bearnés, Sent Pançard es un personaje caricaturesco, gordo y panzón. El representa la decadencia y las contradicciones de la sociedad actual. Extravagante, lleno de excesos, en él se concentran todas las faltas a la moral y todas las calamidades del mundo de las cuales él y sólo él será el responsable. Es el perfecto chivo expiatorio; a su lado, triste, famélica y siempre vestida de negro está Carronha, su esposa, la representante afligida de todas las mujeres sumisas, engañadas y amargadas.

Quaresma es el representante de la iglesia, el prudente. El simboliza el final del carnaval y la entrada al periodo de austeridad; no carne roja, no vino. Éste periodo dura 40 días, de allí su nombre. El sueña en destronar a Sent Pançard el cual es su peor enemigo.


En resumen, Sent Pançard, según la tradición, siempre logra escabullirse cada año de morir quemado en la hoguera gracias a sus seguidores que logran reemplazarlo por un muñeco.

Sent Pançard huye de las autoridades francesas y se refugia en el Pirineo español, donde reaparece para anunciar la llegada de la fiesta pagana. El rey, extravagante; lascivo, lleva una chaqueta de colores vibrantes, una estrafalaria corona, un collar de salchichas y un colgante de cerdo. Le gusta el buen comer, la juerga y los deseos carnales, la cual Carronha, su esposa, no aprecia del todo.

Sent Pançard recorrerá numerosos lugares hasta desembocar en Pau, donde lo apresarán y lo condenarán a la hoguera, pero nuevamente se zafará ayudado por su sequito y la historia volverá a comenzar.


Fotos por Aure Séguier

miércoles, 20 de mayo de 2015

Lo Joan-Peish (y como se formó el Pic du midi d’Ossau)

Contes traditionnels des Pyrénées - Lo Joan-Peish  (y como se formó el Pic du midi d’Ossau)


Erase el tiempo cuando los hombres aun no existían y Aquitania, como su nombre lo indica estaba todavía plena de agua, un gran mar abatida por los vientos.

Era el reino del agua, el reinado de los peces. Pero existía uno terrible, el peor de todos que se llamaba Joan-Peish; aquél era el más grande entre los más grandes, siempre enojado, nunca escondido en cuevas ó en algún agujero entre las rocas, orgulloso y poderoso se engullía a todo aquel que se le acercase inmediatamente de un solo bocado.

Las cosas no hubieran cambiado si un día, algunos peces decidieron no ser la pastura de aquel glotón.

Un día la APP (Asociación de pequeños peces) decidió hacer una junta en el fondo, en lo más fondo del mar, allí donde Joan-Peish no pudiera llegar, para decidir quien detendría esa masacre de peces.

Todos lloraban, se lamentaban y se quejaban, cuando de pronto alguien escucho sus llantos; era la pequeña hada Jeannette, la hada mágica de los montes y las planicies.

“Mis amigos del mar, ustedes saben que yo tengo el poder de transformar en piedra a todo aquel que yo quiera, sin embargo el mar no esta dentro de mis territorios. Sólo cuando ustedes puedan hacer que Joan-Peish salga del agua, no importa si es tan solo por un pequeño instante, entonces con mi poder mágico, yo lo transformaré en piedra.”

“¿Pero cómo le vamos a hacer?… ¿Quien hará que Joan-Peish salga del agua?” gritaron al unísono.

“Soy yo quien hará que salga del agua y haré que trate de comer la luna” cantó Cantaberòi-Peish … el más pequeño de los peces en el mar; valiente, y fue el quien estuvo designado para ir a ver a Joan-Peish.

Cuando fue a ver al gran glotón Joan-Peish, Cantaberòi-Peish enfrentándose cara a cara, temblando, con un miedo terrible le cantó: “Buen día Joan Peish, ¡no me comas por favor!, tengo algo que decirte muy importante… ¿Sabes? Yo conozco un delicioso pastel de miel que se pasea por el cielo, es tan redondo y delicioso como una beignet de carnaval y con ella tu te puedes llevar un festín.”

“Mugrosa mosca, castrada… si tu te burlas de mi, tan solo por un segundo, te engulliré de un solo bocado”

“No, no… te prometo que allí está… ¡sígueme!” dijo Cantaberòi-Peish.

Y entonces, subieron hasta la superficie del mar donde ya se podía ver el cielo y las estrellas y sobre todo la gran luna brillante y magnífica como un gran pastel.

“Elo allí, el delicioso pastel mágico, y cada vez que lo comes se vuelve a formar y mientras más comes más grande se vuelve a formar… salta gran Joan-Peish, salta tan alto como puedas y muérdelo, es delicioso.”

Y así Joan-Peish descendió hasta el fondo del mar, tomando gran vuelo para envestir sagazmente, tanto que se formaron las olas más grandes que se habían visto, tan gigantescas que el sonido de ellas alertó a la pequeña hada Jeannette para su tarea…

Así saltando, en pleno aire, intentando comer ese pastel mágico, con su varita mágica la pequeña hada Jeannette, la hada de mágica de las montañas y las planicies toco por un instante en la cabeza de Joan-Peish: “Joan-Peish, por mi poder yo te convierto en piedra.” Y así Joan-Peish se convirtió tan pronto en Joan-Pèire que ahora adorna el firmamento. Y colorín colorado, este cuento se a acabado.



La tía Miseria y el peral (y como la miseria sigue a la muerte)

Contes traditionnels des Pyrénées (Michel Cosem) - La tía Miseria y el peral


La tía Miseria era una anciana muy pobre y muy vieja, tanto que nadie podía asegurar cuál era su verdadera edad, además se decía que era una experta hechicera.

Vivía en una choza a las afueras del pueblo y nadie la visitaba, salvo aquellos traviesos chicos que desafiaban a la vieja. La tía Miseria no poseía nada, salvo un peral. Un peral que daba unas peras deliciosas, razón por la cual los chicos del pueblo acudían a robarlas.

Así, sucedió que un día Miseria regresó a su casa apresuradamente porque una tormenta parecía amenazar con caer y no quería que le pillara al descubierto. Apenas anocheció, un fuerte aguacero empezó a caer mientras ella cenaba unos mendrugos de pan. De repente, unos golpes sonaron en la puerta. Al abrir, vio a un anciano, no tan viejo como ella, pero si tan pobre. Ella le invitó a pasar y a compartir con él los mendrugos de pan; le ofreció un lugar donde poder dormir.

A la mañana siguiente, cuando la tía Miseria vio que el pobre se levantaba ya para marcharse, le dijo iba a salir a buscar algo que comer y que lo volvería a compartir con él. Él anciano conmovido le contó entonces que no era ningún pobre, sino San Antonio y que había sido enviado por Dios para probar la caridad de todos los que vivían allí. Nadie le habría abierto la puerta de su casa durante la tormenta, salvo ella. Ahora, Dios quería premiar su caridad y, por ello, quería concederle un deseo. El que quisiera.

La tía Miseria le pidió que aquel que se subiera a su peral no pudiera bajar de él hasta que ella lo mandara. Aquel misterioso personaje hizo la señal de la cruz y le concedió el deseo, tras lo cual se marchó, desapareciendo en la lejanía y allí quedó la anciana, con su peral, desnudo de frutos.

Pasaron los días, las semanas y los meses. Por fin, la primavera trajo consigo unos hermosos frutos al peral. La vieja cogió uno y comprobó que estaban más deliciosos que nunca. Si no fuera por aquellos rufianes de niños, tendría el alimento asegurado. Salió como todos los días a buscar limosna. Fue entonces cuando vio en lo alto del peral a dos niños que no podía bajar de él y que gritaban asustados. La tía Miseria entonces comprobó que su deseo se había cumplido. Tras acudir sus padres a recogerlos, ella permitió que bajaran tras hacer una señal con la mano. Al día siguiente sucedió otro tanto. A partir de entonces, nadie, salvo ella, podía coger peras del árbol. Desde entonces, la tía Miseria fue la única persona que pudo disfrutar de los frutos del peral, salvo que ella quisiera compartirlo. Era tal la calidad de los frutos, que muchos de sus vecinos lo canjeaban por leche, huevos o carne. La vieja empezó así a vivir una vida sin penalidades.

Y así pasó el tiempo, mucho tiempo y la vieja Miseria vivía feliz en su choza sin que nadie la molestara. Pero una noche, estando en su casa preparándose para dormir, alguien llamó a su puerta. Cuando abrió vio a un hombre, o mujer, alto, muy alto, encapuchado. Miseria la reconoció: era la Muerte mostrando su guadaña. Había llegado su hora, comprendió la anciana.
 
Miseria no protestó y solo le preguntó si podía hacer un último deseo antes de irse con ella. La anciana le dijo que le gustaría llevarse algunas peras para alimentarse en su camino hacia el otro mundo. Como estaban en lo más alto del árbol, le pidió que ella misma se las cogiera. Y allí quedó la siniestra sombra, atrapada entre las ramas del peral mientras la vieja seguía haciendo su vida cotidiana.

Y así fueron pasando los días, las semanas y los años, muchos años. Con la muerte atrapada en el peral, nadie se moría. Los viejos se hacía más viejos, pero ninguno moría al no recibir la mortal visita. No se moría la gente ni en las guerras, ya que quedaban malheridos, pero sin morir. Había muchos enfermos, algunos en fase terminal, que pedían a los doctores que los mataran, pero todo era inútil. La desesperación era muy grande y muchísima gente odiaba la vida y trataba de deshacerse de ella, pero siempre sin éxito. No mientras, la Muerte siguiera atrapada en el peral de la tía Miseria. Por fin se supo que la Muerte había desaparecido y que debía estar atrapada en algún lugar del mundo. Todos se pusieron a buscarla. Sucedió entonces que la tía Miseria cayó enferma y un médico del pueblo acudió a su choza a examinarla. Cuando llegó, la sombra llamó su atención. Entonces le contó la historia y le pidió que la liberara de aquel árbol. El médico, reconociendo a la Muerte, intentó subirse al peral para liberarla, pero solo consiguió quedar también él atrapado. Y así quedaron ambos día y noche, mientras la vieja volvía a sus quehaceres diarios, ya repuesta de su enfermedad. Pero los familiares del médico, alarmados porque este no había vuelto, fueron hasta la casa de Miseria. Allí le encontraron, en lo alto de árbol junto a aquel extraño personaje. Cuando supieron lo ocurrido, cogieron unas hachas e intentaron derribar el peral. Entonces, la tía Miseria salió de la casa y les ordenó que se detuvieran.

Todos le dijeron que era preciso liberar al médico y, por encima de todo, a la Muerte, para acabar con el sufrimiento eterno de los enfermos. Entonces ella les dijo que soltaría a la Muerte con una condición: Que esta no fuera a buscarla hasta que ella misma no la llamara tres veces. Todos estuvieron de acuerdo, incluida la muerte. A su señal, la Muerte y el médico quedaron libres por fin. La Muerte, apenas se vio libre, empezó a segar vidas con su guadaña y la gente empezó de nuevo a morir.

Y así la vida, y la muerte, volvieron a su estado normal. Mientras tanto, la tía Miseria siguió viviendo en su choza con su peral, pidiendo limosna y vendiendo sus peras.

Pasaron muchos años, muchísimos, y ya nadie se acordó de la vieja. Un día, todos advirtieron que había desaparecido de su casa misteriosamente. Nadie sabe su paradero. Según unos, cansada de vivir, pidió a la Muerte que fuera a llevársela; según otros, ella misma salió a buscarla allá donde se encontrase para irse con ella al otro mundo… y es así como la miseria sigue a la muerte en su camino!

La leyenda de Pyrene (y como nacieron los Pirineos)

Contes traditionnels des Pyrénées (Michel Cosem) - La leyenda de Pyrene



Hace miles de años, en las tierras que hoy ocupan los Pirineos, estaban bajo el dominio de Tubal. En esos tiempos cuando los dioses del Olimpo reinaban sobre la faz de la tierra y los seres humanos no eran más que simples marionetas, Tubal reinaba sobre estas tierras y tenía una bella hija llamada Pyrene.

Pyrene era tan hermosa, que muchos enfermaron de amor al verla mientras ella paseaba por los bosques. Pero el corazón de Pyrene estaba reservado para Hércules, el héroe griego con el que la joven princesa se veía a escondidas en los bosques.

Pero a pesar de verse a escondidas, el amor de la pareja fue descubierto por Tubal. Encolerizado por los amantes, el padre de Pyrene desterró a Hércules. Pyrene, abandonada por la tristeza, seguía vagando por los bosques con la esperanza de que su amado Hércules regresaría hasta allí para buscarla y huir juntos.

Un buen día, mientras Pyrene paseaba por los bosques esperando a Hércules, se encontró con Gerión, un horrible ser de tres cabezas que quería poseer a la joven princesa. Por fortuna, Pyrene pudo escapar, pero Gerión, deseoso de hacer suya a la joven, incendió el bosque para que no pudiera esconderse.

Entonces, cuenta la leyenda que un águila que fue testigo de todo, avisó a Hércules, que acudió veloz hasta el lugar para rescatar a su amada, aunque cuando llegó, Pyrene estaba a punto de exhalar su último suspiro. Tomando a su bella amada entre sus brazos, Hércules le declaró su amor eterno, momentos antes de que Pyrene falleciese.

Destrozado por el dolor, Hércules enterró a su amor, colocando una a una enormes piedras sobre el cuerpo de Pyrene.

El héroe trabajó con tanta pasión, que Hércules llegó a erigir montañas enormes de piedra para ocultar el cuerpo de la bella princesa.

Y así nació el Pirineo. Del amor de Hércules y de la bella Pyrene, a imagen de la hermosura de la joven princesa.

martes, 12 de mayo de 2015

Existentialism

“If you are lonely when you’re alone, you are in bad company.“
Jean-Paul Sartre
Art by Chief Zimma

viernes, 8 de mayo de 2015

Skateboarding à Paris

Une belle balade en skateboard dans les rues de Paris caché par des ombres.

Musique : C'que T'es Belle - HK Alexis


Blue States - Red and Shine

A story - A fairy tale... A project by Chief Zimma

Music: Red and Shine by Blue States

 

Pays du Béarn

C'est un petit hommage au Pays du Béarn, dans le sud-ouest de la France... notamment l'agglomération du Pau et les Pyrénées.

Musique : FAUVE ≠ Rag #5


VERSUS by EZ3KIEL

This is what I like to do whenever there's time available. A pseudo music video for the song Versus by french group Ez3kiel. Just a project by Chief Zimma.