Nunca antes había sido capaz de imaginar que tan vasto es la expansión de la mente hasta haber muerto en vida… Mi viaje comenzó en noviembre de 2004 para la búsqueda de una resolución a la crisis existencial que pretendía tener en esos días, el destino final era Wadley en el desierto de San Luis Potosí. Yo algunas veces había escuchado algo acerca de un pequeño cactus que tiene por nombre peyote o hikuri pero nunca imagine que tan poderoso y majestuoso seria esa pequeña planta.
Al llegar al Real de Catorce por la mañana, me dispuse a ir en busca de ese mágico cactus, ya había leído un poco acerca de la cultura del peyote pero necesitaba un guía para poder cumplir mi cometido, así que muy cautelosamente preguntaba a una que otra persona si me podrían indicar como llegar a el desierto sin perderme. Así conocí a Israel, un chavo de aprox. 19 años que se ofreció como guía y que el me podría llevara a recolectar algunos especímenes, yo estuve de acuerdo. (El texto continua en 2 de 5)
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